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Una colaboración con Mayte Artajona

«El tiempo es un velo que cubre las horas, un susurro que no espera respuesta.
El tiempo en su curso no se detiene, ni muestra.
Sin embargo, en cada marca que en nosotros deja, vivimos, amamos, crecemos.»

En este proyecto compartido, Oda al paso del tiempo, junto a Mayte Artajona, rendimos homenaje a la belleza que el tiempo revela en nosotros.

En este proyecto, Mayte Artajona y yo hemos unido nuestra creatividad y sensibilidad para explorar sin límites lo que el paso del tiempo representa en el cuerpo, el rostro y el alma.

Desde nuestra pasión por la estética y el arte, abrazamos las huellas del tiempo como parte del viaje: cicatrices, líneas, texturas que cuentan historias. Cuidamos y mimamos cada detalle con delicadeza, sin borrar, sin disimular, sino acariciando y resaltando lo que ya está ahí.

Creemos en una belleza que no impone, sino que revela. Que no oculta, sino que honra. Una belleza que se construye desde dentro y se refleja en una piel que ha vivido. Porque en cada cambio, en cada transformación, hay un valor profundo que merece ser reconocido.

Para mí, Jorge Kánovas, es un honor trabajar con Mayte Artajona. Su profunda sensibilidad hacia el arte que propongo enriquece inmensamente el proceso creativo. Gracias a esta conexión, podemos crear, proponer y explorar formas sin límites, en un diálogo artístico que trasciende lo visual.

Este proyecto no es solo una mirada estética, es una declaración de amor hacia el tiempo y su legado.

Amor, qué importa
que el tiempo,
el mismo que elevó como dos llamas
o espigas paralelas
mi cuerpo y tu dulzura,
mañana los mantenga
o los desgrane
con sus mismos dedos invisibles
borre la identidad que nos separa
dándonos la victoria
de un solo ser final bajo la tierra.

Pablo Neruda


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