Flores

5.555,00 

Categoría: Etiquetas: , ,
Comparte este contenido

Descripción

¿Puede una canción transformarse en fotografía?
Sí. Cuando una letra como la de Flores de venganza de Arde Bogotá se cuela bajo la piel y se convierte en imagen, en gesto, en sombra.
Entonces ya no escuchas una canción, la ves.
La sientes.
Ella llegó a la fiesta sin hacer ruido, pero con todo el peso de lo no dicho.
Vestida de negro, elegante como una herida que aprendió a sonreír.
Su sombrero era más que un accesorio: era un símbolo.
Y las flores que lo coronaban no eran un detalle bonito.
Eran flores de venganza en el pelo.
La letra de Arde Bogotá no necesita traducción:
«Me puse piel de etiqueta, traje mi vino más caro.»
Ella también lo hizo.
Su mirada no pedía permiso, solo confirmaba el pacto.
Volvió no por amor, sino por memoria.
Porque hay pasados que no se olvidan, se enfrentan.
Hay fiestas a las que no se asiste, se irrumpe.
Y hay canciones que no se escuchan, se encarnan.
Esta imagen es esa canción.